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Héctor
García, auténtico "pata de perro" como él
mismo se define, sigue los lineamientos del Centauro del Norte, Francisco
Villa, quien en alguna ocasión, al preguntarle un subordinado ¿que
sería mas conveniente?, fusilar a un grupo de músicos capturados
o integrarlos al batallón... el Centauro respondió: dispara
y después aveiriguas. Así, por décadas, Héctor
ha caminado desde el barrio de la Candelaria de los Patos, donde nació,
hasta los mas insospechados rincones de cuatro continentes, disparando
sin averiguar para registrar con su pequeña cámara los pedazos
de vida que ha encontrado a su paso.
La obra de Héctor García realizada en México en los
últimos cincuenta años, es una obra monumental, un valioso
testimonio de nuestra cultura.
Como reportero gráfico de innumerables revistas y periódicos
y de su propia agencia, "Foto press", captó imágenes
que ya son íconos, hitos de nuestra fotografía. A través
de ellas tenemos un registro imprescindible de nuestra historia contemporánea:
sociedad, política, cultura, noticias, personajes, indígenas
y criollos, celebraciones religiosas, drama y, por supuesto, el humor
de su época, tienen ya un sitio privilegiado para ser revividos,
consultados y estudiados: el archivo del maestro García.
En los cajones que forman su archivo, cuidadosa y amorosamente clasificados
y cuidados a lo largo de tantos años por su esposa María,
cada uno de los fotogramas, cada uno de los cientos de miles de negativos
que ahí se conservan, son pedacitos de nuestro Mexico, son fragmentos
de luces y sombras de nuestra sociedad.
Cientos y cientos de paquetes y cajoneras de impresiones finas y no tan
finas, aguardan en su casa ser recuperados como pasajes de nuestro tiempo.
Esperan, como cuadrantes de la soledad, ser vistos, disfrutados y revividos
por las generaciones por venir.
Sus ojos pequeños, como entrecerrados, a manera de diafragma minimizado
-enfocando para hacer mas nítida la percepción- tienen un
aire de picardía, de alegría y necedad infantil. La misma
mirada alegre que, junto a la vocación de fotógrafo y artista,
heredó a Héctor "chico", su hijo, joven fotógrafo
continuador de la dinastía.
Cuando Héctor toma la cámara no sabemos que dirá.
Sus fotografías son palabra, sentimientos para múltiples
lecturas, vivencias que nos permiten conocerlo y compartirlo. Con ellas
habla y nos ha hablado siempre.
Pero como si la imagen no fuera suficiente, el maestro de la fotografía
es también un apasionado de la palabra. Cuando Héctor hace
uso de de ella, con micrófono o sin él, pareciera estar
escribiendo y reescribiendo inéditos pies de foto. Es el cronista,
el maestro, el amigo. Es capaz de hacer narraciones y disertaciones eruditas,
largas, interminables hasta el alucine.
A Héctor García, lo podemos admirar, querer o no, pero finalmente
todos aceptaremos que es uno de los mas importantes pilares de la fotografía
y el periodismo, en suma, de la cultura mexicana.
Enrique Villaseñor
4a Bienal de Fotoperiodismo
Mayo 200l
CONSEJO CONSULTIVO DE LA IV BIENAL DE FOTOPERIODISMO:
Andrés Garay, Elsa Medina, Eniac Martínez, Enrique Bordesmangel,
Fabrizio León, Gilberto Chen, Héctor García, Ireri
de la Peña, Jorge Claro León, Julieta Giménez Cacho,
Luis Jorge Gallegos, Marco Antonio Cruz, Francisco Mata, Patricia Mendoza,
Raúl Ortega, Ulises Castellanos, Víctor Mendiola. Coordinador:
Enrique Villaseñor
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