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El presente trabajo fue realizado en el verano del 2004, en la localidad de Paraná, provincia de Entre Ríos, Argentina.
Fueron 20 días que las almas del circo Arlequín me alojaron entre sus carpas y traileres; me abrieron las puertas de su mundo y permitieron que mi cámara tomara las imágenes de sus hábitos y su misma vida: el Circo.
Las dos series son el resultado del arribar a un pueblo, de levantar su teatro, de la espera de aquellos artistas todavía en ruta desde el último pueblo que los vio actuar, de sus ensayos, de esas noches de espera hasta que se abra el telón y comience la primer función.
El texto que sigue a continuación fue realizado por la escritora argentina Julieta Benedetto, es la introducción a este paseo visual.

"Miro con curiosidad una enorme carpa circense que se levanta en el alba silenciosa. Comienzan por desplegarse ruidos de hierros, lonas, alambres. Casas rodantes, luces de colores, telas zurcidas una y otra vez. Se desparrama el circo, se ramifica en la cotidianeidad de la gente que habita las calles tranquilas. Recortan tardes suspendidas de pueblos pequeños en el sur de América. Aparecen y desaparecen sobre terrenos donde sólo existen pastizales.
Rara mezcla me producen los circos que giran de pueblo en pueblo. Extranjeros en todos lados, misteriosos apasionados que gustan de guardar sus secretos en el aire. Artistas de caminos, cazadores de sueños y esperanzas poniendo en relieve la vida, al arte, el amor en lo que creen…, qué más que los sueños puestos en la acción.
En diferentes formas el mundo que cada uno elija."